(Dedicado a Santiago de Jesús)
Tierna e inocente sonrisa
ilumina tu semblante
sin haber causa precisa.
Te levantas tambaleante
y das tus tímidos pasos,
mi pequeño caminante.
Tiendes ávido los brazos
explorando los misterios
más allá de estrechos lazos.
Cruzarás muchos imperios,
con la fuerza de granito,
liberando cautiverios.
Dale paso y otro pasito,
es camino que emancipa,
bello niño, eres bendito.
Tu alegre risa anticipa
el deleite que compartes
y el esfuerzo se disipa.
Alzarás los estandartes
y asirás muchas estrellas,
con tu alma de bellas artes
y rodeado de doncellas.
martes, 7 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario