Búsqueda personalizada

sábado, 11 de julio de 2009

DIALOGO CON MI SOMBRA

.
- ¿Por qué me miras, sombra?
Dije atónito frente a mi silueta
que proyecta sutil la luz violeta
de una tarde brumosa,
mientras lenta me sigue en la cadencia
de mi lánguido andar de penitencia
por una senda rústica y fragosa.
En respuesta se queda silenciosa.

- ¿Y qué pretendes, sombra?
Indagué sin salir de mi sorpresa
por esa situación rara y traviesa,
insólita y molesta.
Sentía su expresión llena de dudas
como si ella ocultara estar desnuda
con un supuesto gesto de protesta.
Sin embargo, el silencio es su respuesta.

- ¿Que quieres saber, sombra?
Atiné a preguntar estupefacto
sin atender lo absurdo de este acto
que incrédulo presencio.
Mi sombra, compañera de mi vida,
siempre fiel y jamás entrometida,
nunca pide cariño ni desprecio.
Pero, otra vez responde con silencio.

- ¿Quieres libertad, sombra?
Pregunté ante el fatal destino suyo,
mi esclava que inconsciente la apabullo,
en cambio, yo soy libre,
mas la sombra en la noche se diluye,
muere en la nada adonde lenta fluye,
cuando amanece es otra vez visible.
Su respuesta es silencio incomprensible.

- ¿Quieres mis noches, sombra?
Sentir la oscuridad en su derroche
de toda libertad sin un reproche.
Sin embargo, mi amiga,
en la noche los sueños nos apresan,
las alucinaciones embelesan
y lenta nos consume la fatiga
Nada dice, el silencio ya me intriga.

- ¿Dónde quieres ir, sombra?
Supongo que pretendes a mi mundo
de realidad y sueños errabundos,
quizás ya estoy soñando
y la vida no es más que una ilusión,
es un sueño, sombra de una invención
Maldita sombra, no sigas callando
¿Por qué en silencio estás sonriendo?
.