Mi sueño

Cuando la noche, mientras yo dormía,

me invadió la vivencia de este sueño,

un jardín de magnífico diseño

me envolvía y tu rostro sonreía.

Así es, estabas tú con tu alegría,

entonces en mi mano fue una rosa

la que pusiste tierna y generosa,

joya que guardaré con mi poesía.

Caminamos tomados de la mano,

sentí tu cercanía y el aliento,

aliento de vida y luz de verano.

Me desperté de este encantamiento

y ya no estabas tú, te busque en vano

y en mi mano la rosa, te lo cuento.

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Amanecer

.
La noche oscura, umbrosa y pavorosa,
vistió los campos verdes del paisaje
con lirios negros, mustios y salvajes,
en la hora triste de almas silenciosas.

La muerte artera ronda caprichosa,
locura aciaga viste el personaje
con burla cínica ante su abordaje.
Los sueños son fugases mariposas.

Pero si más oscuras son las noches,
más las estrellas brillan en el cielo,
pronto el amanecer hará su broche.

Siempre nuestra esperanza eleva vuelo,
aunque muy larga pueda ser la noche,
viene el amanecer de terciopelo.
.

Mi niña

Dedicado a mi nieta, Anabella

Carita de ángel
mirada de cielo,
tus negros ojitos
no tienen recelo.

Atisbas el mundo
curiosa e inocente,
te hechizan las luces
las que hacen consciente.

Hermosa princesa
es tuya la luna
también las estrellas
que cuidan tu cuna.

El tiempo amanece,
florecen los días
de tu alma que mece
bellas fantasías.

Un reino te espera,
mi pequeña diosa,
y entre cordilleras
un campo de rosas.
.

ADIÓS, PADRINO

.

Coquimbo, Chile

(Dedicado a mi Padrino Gabriel)

Adiós, Padrino.

Por siempre despedida

en la hora detenida

que te llama el destino.

Tu ejemplo queda

de hombre bueno y noble,

firme como el roble

en la áspera arboleda.

Siempre enfrentaste

los molinos de viento,

con fe en tu juramento

que en los tuyos sembraste.

Fuiste un Quijote,

Sancho Panza en tu rancho,

que más Panza a lo ancho

cabalgaba a tu trote.

Tu porte hidalgo

quedará en la memoria

y tu alma en la gloria

del infinito albo.

Adiós, Padrino.

He aquí tu pan y vino.

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Los años pesan

.

.
(Dedicada a Cecilia, convaleciente
de una estrambótica caída)

No sé si fue por la izquierda
o quizás por la derecha
sólo sé quedé maltrecha,
intenté saltar la cuerda
pero ahí me quedé lerda
y todo se me fue al traste

Entonces tú preguntaste:
¿acaso te lastimaste?

Espeluznante fue el grito
debido al dolor intenso
que puso mi alma en suspenso
en ese instante maldito,
mis colores favoritos
se pusieron en contraste

Entonces tú preguntaste:
¿acaso te lastimaste?

Saltaba como muchacha
pero ya los años pesan
y las reumas atraviesan
mi cuerpo como carcacha
que le cuelgan las hilachas
debido a tanto desgaste.

Entonces tú preguntaste:
¿acaso te lastimaste?

Con este yeso incrustado
mi brazo está prisionero
no puedo bailar bolero,
ni siquiera a medio lado,
y alejada del pecado
mi existencia es una peste.

Entonces tú preguntaste:
¿acaso te lastimaste?

.

Palabras

.

Poesía dedicada al poeta José Tomás Aysén

Tus versos son palabras misteriosas
que recorren senderos de ilusiones
y persiguen tus propias obsesiones
durante oscuras noches tormentosas.

Despliegas las palabras como rosas,
pétalos perfumados y aguijones,
palabras de cerezas y limones,
de sueños y fortuna veleidosa.

Ecos del alma son aquellos versos
que resuenan furtivos entre sombras
y atrapan las palabras de la vida.

Es poesía floral del universo
como el intenso canto de una alondra
que anuncia amanecer y despedida.

.

HOJAS SECAS

De los árboles caen hojas secas,
parecen hojas muertas de mi alma
marchitas una triste tarde calma
de un otoño sombrío de horas viejas.

Hojas secas que suave brisa aleja
y ruedan lastimeras por la nada,
son recuerdos perdidos que en la riada
del tiempo se sumergen y se añejan.

Hojas secas que vuelan con el viento
son ilusiones muertas en la hoguera
del olvido y apenas polvo queda.

Hojas secas se lleva raudo el tiempo,
pero pronto será la primavera.
Mañana brotarán las hojas nuevas.

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